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02 de septiembre de 2020
Semilleros para el futuro. Una profesora de ciencias de Dallas acerca a sus estudiantes a la naturaleza por medio del iPad
Jodie Deinhammer siempre tiene una solución para todos los problemas. Con el comienzo del año escolar, la profesora de ciencias de la escuela Coppell Middle School East y Apple Distinguished Educator (ADE) de Dallas, Texas, enseña por primera vez una clase opcional de jardinería para los estudiantes del último año de educación media que ayudarán a mantener la huerta comunitaria de la institución, a pesar de que las clases sean de forma remota y los estudiantes no puedan visitar la huerta en horario escolar. Cabe mencionar que, de todos modos, la tecnología ha sido una parte fundamental de las clases de Deinhammer desde siempre y, desde que se implementó el uso del iPad en el distrito en 2014, la profesora logró ofrecerle a sus estudiantes tanto una experiencia educativa práctica y empírica, como habilidades de pensamiento crítico.
“Desde que los estudiantes usan el iPad, la forma de enseñar mis clases cambió por completo”, comenta Deinhammer. “Con el iPad, cada estudiante puede diseñar su propio camino de aprendizaje, y usar recursos y funcionalidades de accesibilidad que se amolden a sus necesidades… Pueden hacer presentaciones, dibujar, componer música o escribir para demostrar todo lo que van aprendiendo y madurando con el tiempo. La educación a través de la tecnología permite un enfoque mucho más personalizado”.
Deinhammer, profesora del distrito escolar independiente de Coppell durante 25 años, cree que la tecnología puede ayudar a los estudiantes a desarrollar capacidades esenciales para la resolución de problemas, así como la motivación para aprender de forma independiente.
“Llevar adelante una huerta implica resolver problemas constantemente”, explica Deinhammer. “Nuestra premisa principal es saber cómo podemos mejorar el espacio de la huerta para que nos ayude a proteger el medio ambiente y se transforme en un espacio receptivo para personas de nuestra comunidad y para otras especies nativas. Creo que desafía a los estudiantes a pensar en la huerta como un lugar tanto de aprendizaje como de ayuda a los demás. No queremos que nuestra huerta sea sólo un lugar para aprender a cuidar el medio ambiente: también queremos que sea un lugar con las puertas abiertas para todos”.
Luego de la primera huerta del club de sustentabilidad de la escuela (codirigido por Deinhammer) del año pasado, la institución comenzó a donar todo lo cosechado al centro comunitario Metrocrest Services en Coppell, que brinda asistencia a familias y comunidades de la zona. “Cuanto más cosechamos, más ayudamos a la comunidad”, afirma Deinhammer.
El año pasado, inspirado por el currículo de Creatividad para todos, Deinhammer escribió “Everyone Can Create in Science” junto a otros Apple Distinguished Educators, libro que se lanzó recientemente. Muchos de los conceptos se utilizan en las clases de jardinería, ya que Deinhammer considera que la creatividad y la flexibilidad a la hora de aprender promueven la madurez de los estudiantes. Deinhammer usa el iPad para planificar clases y tareas para cada estudiante en el formato que mejor se adapte a ellos (auditivo, visual o escrito). Los estudiantes, por su parte, anotan sus descubrimientos en una bitácora digital creada en Keynote, que recopila todo el trabajo en un libro que luego se comparte en clases posteriores y con la comunidad local.
“La portabilidad del iPad nos permite trabajar en la huerta y usar los sensores de recolección de datos, la cámara, la lupa, y la app Seek de iNaturalist para clasificar e identificar maleza y bichos que, de otra manera, no conoceríamos”, explica Deinhammer. “El iPad permite, literalmente, que los estudiantes vean el mundo a través de un nuevo lente: desde imágenes con aumento hasta videos de secuencia nocturna. Pueden capturar el mundo que los rodea y del cual, quizás, no se habían percatado antes. Tengo la intención de que los estudiantes presten atención y aprecien los pequeños detalles que en otra ocasión hubiesen pasado por alto”.
Stayton Slaughter, un estudiante de la clase de jardinería, y co-director del club de sustentabilidad de la escuela (que comenzó la huerta el año pasado), es fiel adepto al estilo de enseñanza de Deinhammer. “Al tomar las riendas del producto que estoy creando, puedo hacer algo que realmente me haga sentir orgulloso”, asegura. “Cuando estoy en la huerta, puedo tomar fotos o hacer notas con mi iPad o iPhone. La combinación del aprendizaje físico y digital me ofrece recursos y herramientas que me permiten generar mis propias conclusiones, observaciones y creaciones en clase. Es una experiencia de aprendizaje mucho más enriquecedora”.
Para su primera tarea, Stayton y sus compañeros de clase tuvieron que entregar, en el formato que quisieran, observaciones sobre dos elementos similares del lugar donde viven. Stayton trabajó con cactus y, por medio de las apps Cámara y Medición del iPad, logró capturar todos sus hallazgos, que luego integró en una presentación que hizo con Keynote. Actualmente, los alumnos están estudiando todo sobre la próxima cosecha de la huerta, que serán camotes: desde cómo plantarlos hasta el pH ideal de la tierra, así como los niveles de humedad necesarios para que las plantas crezcan. Gracias al iPad, además, los estudiantes están grabando entrevistas con jardineros y horticultores profesionales de la zona para compartir todo lo que saben. Por otro lado, los estudiantes visitan la huerta fuera del horario escolar para revisar el estado de las plantas, llevar un registro de su desarrollo y renovar la composta.
En palabras de Stayton, su amor por la jardinería fue accidental. Luego de comenzar a elaborar composta en su casa, notó que las papas que había tirado comenzaron a crecer. Y si bien en un principio no supo qué hacer, ahora no sólo cultiva papas, sino que también plantas aromáticas y girasoles. “El medio ambiente es algo que tenemos que proteger”, dice. “Todo lo que usamos, como nuestra ropa, medicamentos, materiales o iPads, está hecho de cosas que tomamos de la naturaleza. Es importante que logremos hacer esa conexión entre los objetos y los materiales en nuestra vida diaria, para así poder hacer una mejor conexión con nuestras acciones”.
Otra estudiante, Annabeth Hook, se anotó en la clase de jardinería porque quería entender mejor por qué ciertas plantas necesitan distintos tipos de cuidados. Además, la profesora Deinhammer le hizo entender la importancia de aprender sobre el medio ambiente. “Nuestra profesora está muy comprometida con el cambio climático y el cuidado del medio ambiente”, asegura Annabeth. “Necesitamos hacer un cambio total, o al menos intentarlo, y cuidar del medio ambiente porque, si no lo hacemos, podría ser nuestro fin”.
Tanto Stayton como Annabeth demostraron mucho interés por el método de enseñanza de Deinhammer, quien espera que el plan de estudios enfocado en los estudiantes logre encender la llama de la curiosidad que ellos necesitan para emprender su propio camino de aprendizaje, no sólo durante los años escolares, sino más allá.
“Quiero que los niños entren en contacto con las necesidades de la comunidad”, afirma Deinhammer. “¿Cómo puede esta huerta ayudar a nuestra comunidad? ¿Cómo podemos crear nuevas generaciones de horticultores en nuestras escuelas? Cuando termine el curso, espero que los estudiantes se animen a abrazar el desafío de mirar el mundo con nuevos ojos.
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Imágenes de Jodie Deinhammer, Apple Distinguished Educator