se abre en otra ventana
Estudiantes, docentes, padres y madres de todo el mundo han utilizado la creatividad y la tecnología de Apple para subir el listón durante el año escolar.
El año pasado, cuando las habitaciones y las cocinas se convirtieron en aulas, docentes y estudiantes de todo el mundo tuvieron que adaptarse a la educación en remoto. Y los profesores han aprobado el examen con nota utilizando la tecnología de Apple para ayudar a los estudiantes a aprender, comunicarse y mejorar su nivel de formas nunca vistas. Musicales de instituto en formato online, clases de historia con iMovie y GarageBand, ceremonias de graduación virtuales... Docentes de Estados Unidos y de todo el mundo se las han ingeniado para crear innovadores métodos didácticos que beneficiarán a las futuras generaciones de estudiantes.
El 30 de abril de 2021, el centro New Rochelle High School de Nueva Rochelle (Nueva York) estrenó el musical «Is There Life After High School?». Sin embargo, en vez de convocar a todos al salón de actos, lo emitieron online por streaming.
Como el musical de 2020 tuvo que cancelarse debido a la pandemia, el profesor de cine y teatro Anthony Stirpe quiso asegurarse de que los estudiantes pudieran lucirse en el espectáculo del año siguiente. Replanteó por completo todos los aspectos de la producción y utilizó el iPhone, el iPad y el Mac para grabar y editar tanto las escenas como las canciones en remoto y, cuando podían reunirse, manteniendo la distancia social.
«El musical parte de la idea de que, cuando nos hacemos mayores, echamos la vista atrás hasta la época del instituto y recordamos el niño que todos llevamos dentro», explica Stirpe. «El material trata temas como la pérdida, el arrepentimiento y la lucha por superar los obstáculos, y eso es lo que quería que entendieran los estudiantes. Sí, estamos pasando por un momento difícil, pero todos respondemos a nuestra manera ante las situaciones complicadas. Del mismo modo que ellos cuentan esta historia, algún día otros contarán la suya.»
Estudiante del New Rochelle High School usando el iPad para grabar a compañeras con banderas en una pista de atletismo.
Los estudiantes del New Rochelle High School se las ingeniaron para interpretar su musical anual en tiempos de educación en remoto y distanciamiento social.
La preparación del musical comenzó a finales de 2020, cuando Stirpe empezó a recibir audiciones de los estudiantes grabadas con el iPhone y el iPad. Los ensayos comenzaron a principios de este año, y los estudiantes enviaron sus monólogos en vídeo a Stirpe para que pudiera valorarlos. Cuando recibió todas estas escenas grabadas con el iPhone y el iPad, montó el musical con iMovie y Final Cut Pro en un MacBook Pro.
«Sin esta tecnología, no habríamos sido capaces de hacer todo esto», dice Noah Massey, un estudiante de 17 años que formó parte del reparto y se ha graduado en el New Rochelle High School este año. «El tiempo que dediqué al musical me ayudó a abrirme a los demás como nunca antes y a adquirir habilidades que me vendrán bien en el futuro.»
«El profesor Stirpe lo ha dado todo por nosotros», dice Olivia Dower, una recién graduada de 17 años que formó parte del reparto. «Hizo un trabajo increíble ayudándonos a trabajar todos juntos en plena pandemia y compensando los momentos de diversión que echamos en falta el año pasado.»
Según los padres de Olivia, el musical fue una vía de escape para ella en esta época de incertidumbre.
«Este año me he preocupado mucho por el bienestar emocional de mi hija», dice Laura, la madre de Olivia. «Todo esto ha sido muy traumático, así que hemos hecho lo posible para que nuestros hijos se sintieran arropados. Y el señor Stirpe se encargó de que mantuvieran el contacto.»
Tras el gran estreno, Stirpe recibió un email inesperado de Jeffrey Kindley, que escribió el musical de Broadway hace 40 años y había visto la función del New Rochelle High School por internet.
«Lo que habéis creado en este año de limitaciones durante el confinamiento es algo espectacular. El iPad y Zoom os han ayudado a dar protagonismo a momentos íntimos con los que es fácil sentirse identificado», dijo Kindley en su mensaje. «Resulta un tanto peculiar que te conmuevan las palabras que escribiste hace cuatro décadas, pero es lo que pasa cuando salen de personas con tanto talento.»
Olivia Dower, estudiante del New Rochelle High School.
Olivia Dower, estudiante del New Rochelle High School, afirma que el musical hizo que ella y sus compañeros se sintieran más cerca durante un año muy difícil. 
En Glasgow (Escocia), Scott Anderson se preguntó cómo podía enseñar historia en remoto a los estudiantes del Castlemilk High School durante uno de los confinamientos más estrictos del mundo.
Tras aprender a utilizar iMovie y GarageBand, se puso a crear lecciones virtuales con su propia narración, además de fotos de archivo, efectos de sonido y clips de vídeo a los que sus estudiantes podían acceder en cualquier momento.
«Creo que la enseñanza en remoto empezó a volverse un poco repetitiva durante el confinamiento, así que se me ocurrió darle un poco de variedad», comenta Anderson. «El iPad y sus apps integradas me lo pusieron fácil para hacerlo rápidamente y en formato virtual. La verdad, creo que ahora mismo los alumnos me superan ampliamente en el uso de nuevas tecnologías.»
El motivo es que las lecciones virtuales de Anderson dieron pie a nuevos tipos de trabajos de clase. Por ejemplo, los estudiantes tuvieron que crear podcasts sobre acontecimientos históricos importantes.
iPad con archivos de sonido para un trabajo de podcasts.
Los estudiantes del Castlemilk High School usaron GarageBand y iMovie en el iPad para grabar podcasts para su último año de clases de historia.
Por ejemplo, en uno sobre la lucha de las mujeres por el derecho al voto en Reino Unido, el estudiante de último curso Ben Mawson, de 17 años, se grabó andando por su casa con zapatos de suela dura para reflejar la marcha de las mujeres. También añadió el sonido de cristales rotos para hablar de algunas de las tácticas que empleaban.
«Grabar y ver estos vídeos fue mucho más interesante que mirar apuntes», dice Carris Kenna, estudiante de 17 años de último curso. «Y como todo el mundo tenía un iPad, siempre estábamos en contacto con los profesores. Podíamos hablar con ellos al momento si nos surgía alguna duda, y eso me hizo sentir parte de una gran familia.»
Carris Kenna, estudiante del Castlemilk High School.
Carris Kenna, estudiante de último curso del Castlemilk High School, cree que el uso de la tecnología en el aula durante el confinamiento de Escocia dio una nueva dimensión a las clases de historia.
El Castlemilk High School, que se encuentra en una de las zonas más desfavorecidas de la región, participó en una iniciativa de la ciudad en 2019 que consistía en poner un iPad en manos de todos los estudiantes. Hace cinco años, solo el 20 % de los graduados del centro accedían a la educación superior. Este año, la cifra ha ascendido al 50 %, y eso que estamos en plena pandemia.
«El hecho de que cada estudiante tenga un iPad no es lo único que ha contribuido a este cambio, pero no habría sido posible en caso contrario», afirma la jefa de estudios Lynn Gibson. «Estaba muy preocupada durante el confinamiento. ¿Cómo íbamos a asegurarnos de que los estudiantes estuvieran bien y a salvo? El iPad fue la herramienta que nos permitió mantener el contacto y seguir ayudándolos a labrarse un futuro.»
La idea de Anderson es mantener este nuevo enfoque de aprendizaje en sus clases y cree que le ayudará a fomentar el interés por la historia cuando los alumnos regresen al aula.
En cuanto a los graduados Carris y Ben, empiezan la universidad en otoño y ambos quieren estudiar historia.
«Quiero ser profesor de historia», dice Ben. «Después de ver todo lo que ha hecho Scott, espero poder utilizar el mismo sistema en mis clases cuando llegue ese día. Me ha ayudado mucho y me ha dado ideas para formar a las futuras generaciones.»
Scott Anderson, profesor del Castlemilk High School.
Scott Anderson, profesor del Castlemilk High School, aprendió a usar GarageBand y iMovie para descubrir cómo podía ayudar a los estudiantes a estar motivados y en contacto mientras aprendían desde casa.
Entre cierres de centros y periodos de confinamiento en todo el mundo, muchísimos estudiantes de instituto y universidad se han quedado sin ceremonias de graduación en 2020 y 2021. En la Universidad Estatal de Delaware, un centro históricamente negro y Apple Distinguished School situado en Dover (Delaware), el rector Tony Allen y la profesora Francine Edwards no estaban dispuestos a permitir que eso ocurriera.
La doctora Edwards, que fue productora de televisión y actualmente es decana de la facultad de Humanidades, Magisterio y Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de Delaware, se puso manos a la obra para organizar una ceremonia cien por cien virtual a la que los graduados y sus familiares pudieran asistir desde cualquier parte. Pidió que le mandaran vídeos con mensajes de apoyo y felicitación desde dentro y fuera de la universidad e incluyó un tutorial sobre cómo grabar con el iPhone y el iPad.
La doctora Francine Edwards de la Universidad Estatal de Delaware.
La doctora Francine Edwards, profesora de la Universidad Estatal de Delaware, utilizó sus conocimientos en producción televisiva para organizar una ceremonia de graduación virtual.
La doctora Francine Edwards planifica la ceremonia de graduación de 2021 de la Universidad Estatal de Delaware en un MacBook Pro.
La doctora Francine Edwards organizó las ceremonias de graduación de la Universidad Estatal de Delaware de 2020 y 2021 en un iPad y un MacBook Pro.
«Recibimos un montón de mensajes y sabemos que algunos padres utilizaron los iPad de sus hijos para grabar el vídeo», comenta Edwards. «Las piezas encajaron a la perfección porque casi todo se grabó con dispositivos Apple. Yo me encargué de editar los materiales con el MacBook y el iPad y de crear gráficas y transiciones en Keynote. Incluso nuestra reverenda se grabó dando su bendición con un iPhone.»
El resultado fue una ceremonia de graduación virtual de dos horas y media con una producción y un ritmo impecables que incluyó mensajes de muchas personas famosas y del mundo de la política, como el gobernador de Delaware, sus dos senadores y el actual presidente Joe Biden. Fue un momento inolvidable para la promoción de 2020.
«El producto final fue impresionante», asegura Austin Williams, de 23 años, que se graduó el año pasado y colaboró en la producción de la ceremonia. «Estaba viéndola en casa con mi madre y mi hermano mientras pensaba que era como una graduación de verdad. Eso lo compensó todo.»
Austin Williams, antiguo alumno de la Universidad Estatal de Delaware y voluntario en la ceremonia de graduación de 2021, acompañado de su madre Stephanie.
Stephanie, la madre de Austin Williams, considera que el trabajo de su hijo en la ceremonia de graduación de la Universidad Estatal de Delaware le dio la vida durante la pandemia, además de herramientas que podrá utilizar en su futura trayectoria profesional.
El doctor Allen y la doctora Edwards se basaron en el modelo del año pasado para crear ceremonias con elementos virtuales para los graduados de 2021, un enfoque híbrido que seguirán empleando para los próximos actos de estas características. A lo largo del año, el doctor Allen ha organizado más de 50 foros virtuales para ayudar a los estudiantes universitarios a estar en contacto y hablar no solo de la pandemia, sino también de las protestas en torno a la justicia racial que se han producido en todo el país. El centro está más que preparado para este nuevo mundo virtual, ya que el estado de Delaware proporciona un iPad o un Mac, un teclado y un Apple Pencil a cada estudiante.
«Al principio de la pandemia, tuvimos que convertir 1.700 clases presenciales en clases digitales en solo cinco días», recuerda Allen. «Si no hubiéramos tenido los dispositivos Apple, no habríamos podido sobrevivir y seguir impartiendo el programa académico a los estudiantes. Esto nos ha ayudado a mantener nuestra comunidad educativa (de hecho, la tasa de retención ha subido un 5 %) y ha puesto herramientas del mundo real en manos de los estudiantes, así que sabemos que están preparados para el mercado laboral y lo que venga después.»
Desde que Williams se graduó, ha estado poniendo en práctica lo aprendido para crear su propia empresa de marketing.
«Me encanta contar historias y haber ayudado a la doctora Edwards a contar la de la Universidad Estatal de Delaware», afirma. «También me ha servido para desarrollar las habilidades necesarias para impulsar mi negocio. Ese es mi sueño: trabajar para mí mismo y ayudar a los demás a transmitir sus historias.»
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