El App Store Small Business Program abre un mundo de posibilidades a los desarrolladores

“Es una gran oportunidad para llevar el espíritu de los videojuegos independientes a los dispositivos móviles”, comenta Phillip Stollenmayer, un desarrollador independiente de la App Store cuyo título más reciente, “Song of Bloom”, obtuvo un Apple Design Award en junio de 2020. Hace años, Stollenmayer vio el potencial del iPhone como nueva plataforma para los videojuegos, a pesar de que por entonces todavía estaba en pañales y requería unas características específicas. Cuando debutó con “What the Frog” en la App Store en 2013 y obtuvo un premio multimedia alemán (mb21), sabía que iba bien encaminado.

“Se abrió ante mí todo un mundo de posibilidades y me di cuenta de que era muy fácil llevarlas de la teoría a la práctica”, comenta Stollenmayer. “Tuve la oportunidad de definir cómo funcionan los juegos para dispositivos móviles y en qué se diferencian de las consolas. Al echar una partida, el teléfono se utiliza de una manera mucho más personal. Esto lo traslado a mis juegos, integrándolo en la experiencia de uso, y me resulta mucho más valioso que intentar crear mundos que quizá no funcionen tan bien en un pantalla pequeña”.

Gracias a la nueva estructura de comisiones de la App Store, las pequeñas empresas con ingresos anuales de hasta un millón de dólares podrán optar a una comisión reducida del 15 por ciento, la mitad de la comisión estándar de la App Store. Este ahorro permitirá a pequeñas empresas y desarrolladores invertir más recursos en sus negocios, ampliar su plantilla y diseñar prestaciones innovadoras para los usuarios de apps de todo el mundo. Stollenmayer está deseando ver qué nuevos juegos llegarán a la App Store de la mano de diseñadores de videojuegos noveles. “Lo que más me interesa son los juegos que desarrollan personas ajenas a este sector, porque tienen ideas fascinantes”, apunta. “Publicar algo en el iPhone es muchísimo más sencillo que llevarlo a una consola. Es una oportunidad increíble para los estudios independientes que no tienen margen para arriesgar”.

Más allá de los videojuegos, el equipo de MySwimPro también está muy ilusionado por la posibilidad de fomentar el crecimiento del negocio y ampliar la oferta de la app con menos riesgos, gracias a los ingresos adicionales que obtendrán a través del nuevo programa de la App Store. Fares Ksebati y Adam Oxner, cofundadores de la app, nacieron y se criaron en Michigan (EE. UU.). Durante la universidad ambos practicaron la natación, llegando a competir en la categoría de 100 metros braza (aunque nunca se enfrentaron en la piscina); más tarde se conocieron y decidieron unir fuerzas para crear una plataforma que reprodujera los elementos de los entrenamientos de natación, ya fuera para mejorar la forma física general o la resistencia.

“Adam y yo somos aficionados a la natación. Bueno, todo el equipo lo somos”, comenta Ksebati, que también es el consejero delegado de MySwimPro. “Nuestro objetivo es crear una comunidad para los usuarios de la app, porque la natación se practica a cualquier edad y en todo el mundo. De hecho, nosotros somos usuarios de nuestra aplicación en muchos sentidos”.

Con la pandemia del COVID-19 y el cierre de piscinas en todo el mundo, Ksebati y Oxner decidieron darle una vuelta a su aplicación de natación, creando entrenamientos en tierra para los 50.000 usuarios activos que practican la natación a diferentes niveles.

“Siempre nos habían pedido que incluyéramos entrenamientos en tierra y con la llegada del COVID-19 lo vimos claro”, comenta Oxner, que también es director de tecnología de MySwimPro. “Nos pusimos manos a la obra y creamos una plataforma idéntica a la de natación, pero para entrenamientos en tierra”.

“Decidimos añadir entrenamientos en tierra a nuestro programa de entrenamiento para seguir ofreciendo valor a nuestros usuarios”, dice Ksebati. “Seguimos centrados en crear una experiencia de entrenamiento integral de la que pueden disfrutar los miembros de nuestra comunidad independientemente de que tengan acceso a una piscina”.

Tras pasar cinco años trabajando en la app como proyecto paralelo, Ksebati y Oxner han convertido MySwimPro en un negocio rentable con 12 empleados en todo el mundo, y están ilusionados por este adentrarse en esta nueva fase. “El nuevo programa de la App Store se va a notar mucho en la facturación por compras en la App Store, y esperamos poder invertir esos ingresos en la app para hacerla todavía mejor”, apunta Oxner. “Nuestro objetivo es perfeccionar la integración de nuestros entrenamientos en tierra en la app para ayudar a los nadadores que ahora no tienen acceso a una piscina”.

Para Samantha John, cofundadora de Hopscotch —el primer lenguaje de programación diseñado para el iPad—, el nuevo programa de la App Store se plantea como una oportunidad para crear más recursos gratuitos para niños en Hopscotch. “Nos da el empujón que necesitábamos para innovar sin miedo”, comenta John. “Por ejemplo, queríamos avanzar con el tema de las suscripciones, que, por un lado me parece una buena estrategia para obtener ingresos, pero por otro supone una limitación para algunos usuarios. Llevábamos tiempo queriendo reducir las opciones de pago para que los usuarios tuvieran más recursos gratuitos, puesto que creemos que a la larga esto nos ayudará a aumentar la comunidad de suscriptores de Hopscotch”.

Los cofundadores Johh y Jocelyn Leavitt, que fue una de las emprendedoras que participó en la primera edición del Apple Entrepreneur Camp en 2019, crearon Hopscotch para acercar la programación a los niños que no tenían acceso a ella.

“Una de las claves de Hopscotch fue respetar a los niños como inventores, creadores y artistas”, apunta John. “Además de considerarlos programadores, también queremos fomentar la creatividad de los niños. Hopscotch parte de una pregunta fundamental: ¿Cómo nos aseguramos de que los niños puedan crear cosas que son importantes y relevantes para ellos?”.

A John le interesaban las posibilidades de acercar todavía más la programación a los niños tras el lanzamiento del iPad de segunda generación. “El iPad, al ser un dispositivo que se coge con las manos y que tiene una pantalla táctil, me parece un dispositivo mucho más personal y por eso mucho más interesante”.

Hopscotch se lanzó en 2013 y cuenta actualmente con 200.000 usuarios activos al mes. Tras comprobar que los chavales crean y comparten sus juegos y herramientas en la app, John tiene claro que los usuarios más fieles de Hopscotch son los mejores creadores de contenidos. Espera que el lanzamiento del App Store Small Business Program en enero 2021 les permita ampliar el catálogo de recursos gratuitos de la app.

“Hopscotch no es solo un juego, pero tampoco es solo una app”, explica John. “Requiere una habilidad y es un proceso creativo, como tocar el violín. Según van creciendo, los chavales van puliendo los juegos que diseñan y se les da mejor idear cosas creativas, así que Hopscotch es una inversión a largo plazo. Contar con estos ingresos extras nos va a permitir invertir en elementos que consideramos fundamentales para el futuro de nuestra empresa”.