Scottish Borders Council
(Escocia)
El iPad ha llegado a 68 escuelas de una comunidad rural. Y les ha brindado muchas oportunidades.
El Scottish Borders Council decidió invertir en tecnología para todos los centros educativos de su circunscripción como una forma de comprometerse con el futuro de la comunidad. Querían que todo el alumnado tuviera el mismo acceso al aprendizaje y proporcionar a los docentes herramientas intuitivas y fáciles de usar para la enseñanza. Necesitaban dispositivos que funcionaran igual de bien con conexión y sin ella, debido a las limitaciones en el acceso propias de las zonas rurales. Además, sabían que los jóvenes de su comunidad tenían que desarrollar habilidades esenciales para prosperar en un mundo cada vez más digital.
Se estudiaron todas las alternativas, entre ellas la propuesta de Apple. Gracias a su amplia gama de prestaciones y recursos de formación profesional, el iPad resultó ser la mejor herramienta para la enseñanza y el aprendizaje. Presentaron un plan llamado «Inspire Learning» que supuso invertir en miles de dispositivos e implantarlos en los más de 4.662 kilómetros cuadrados que abarca la región.
«Queríamos demostrar el gran valor que concedemos a la educación», afirma David Robertson, director financiero del Scottish Borders Council. «Estudiamos el coste total de propiedad: el gasto inicial en dispositivos, el valor residual que podíamos obtener al final de su vida útil y el acuerdo de leasing con Apple Finance. La conclusión fue que Apple nos ofrecía la mejor relación calidad-precio.»
Obtén más información en otro vídeo. David Robertson describe cómo el iPad era la opción más rentable.
Después de implantar el iPad y Apple Professional Learning en 68 centros de primaria y secundaria, los docentes vieron un cambio enorme en sus aulas. Con el iPad, podían crear más contenidos interactivos que nunca para las clases. La movilidad del iPad permitió disfrutar de experiencias de aprendizaje inmersivas desde cualquier lugar, incluso desde casa durante la pandemia. Y su versatilidad lo hacía ideal para todas las asignaturas: los estudiantes podían grabar vídeos en Clips sobre plantas autóctonas para las clases de horticultura o plasmar la historia de Macbeth en una presentación de Keynote para las de literatura.
«Ahora, no puedo imaginarme tener un aula sin iPad. Ofrece igualdad de condiciones a todos los estudiantes porque todo el mundo tiene uno. Eso es para mí la equidad: dar a las personas lo que necesitan cuando lo necesitan.»
