ACTUALIZACIÓN
16 junio 2020
Los ganadores del Swift Student Challenge de la WWDC20 de Apple están decididos a cambiar el mundo
El 22 de junio, cuando comience la WWDC20 en el nuevo formato en línea, una comunidad global de 23 millones de desarrolladores de todo el mundo tendrán la oportunidad de reunirse de forma gratuita a través de la app y el sitio web de Apple Developer. En su trigésima segunda edición, la WWDC20 reunirá al mayor grupo de innovadores y emprendedores jamás visto para conectarse, compartir y crear.
Entre ellos se encontrarán los 350 ganadores del Swift Student Challenge, de 41 países y regiones distintos. Los alumnos fueron seleccionados por sus proyectos originales de Swift Playgrounds presentados en el marco del desafío anual para estudiantes de la WWDC, que reconoce y premia a las futuras generaciones de creativos y programadores.
Sofia Ongele, Palash Taneja y Devin Green son sólo algunos de ellos, y Ongele resume claramente el objetivo de estos alumnos: “Trabajar en tecnología tratando de hacer el bien”. Ellos tres ven en cada uno de los desafíos que nuestro mundo enfrenta una oportunidad de cambiar las cosas. Cada problema es un llamado a la acción: al que ellos responden con toda su energía.
Sofia Ongele tiene 19 años y acaba de terminar su segundo año en la Universidad Fordham de Nueva York, y todos sus esfuerzos se concentran en poner la tecnología al servicio de la justicia social. ReDawn, su primera app para iOS, es un claro ejemplo. Ongele desarrolló la app ReDawn después de que una de sus amigas sufriera un abuso sexual en el primer año de la universidad, con el objetivo de ofrecer recursos a los sobrevivientes de abuso de forma segura, fácil y sensible.
“Quería encontrar la forma de que no se sintieran solos en este proceso”, dice Ongele, que ya ha recibido ofertas de organizaciones que quieren asociarse con ella para trabajar con la app. Pero, para ella, lo más importante fue la reacción de la amiga que sufrió el abuso. “Ella cree que puede ser importante para la gente, y eso es lo que a mí más me importa”.
Ongele dio sus primeros pasos en programación en 2016, cuando asistió a un programa de Kode With Klossy, un curso gratuito de programación para mujeres de entre 13 y 14 años. Ongele cuenta que aprender a programar le cambió la vida.
“Mi paradigma mental cambió 180 grados. Yo creí que sabía quién era, qué me gustaba hacer”, cuenta Ongele, que luego comenzó a enseñar en el mismo programa. “Me motiva poder compartir estos conocimientos con cada vez más mujeres, y mujeres de color, para que no sientan que es algo que está fuera de su alcance”.
Algunas de las heroínas de Ongele son las Juezas de la Corte Suprema, Sandra Day O’Connor y Ruth Bader Ginsburg, y Alexandria Ocasio-Cortez, miembro de la Cámara de Representantes. Por eso hoy se debate entre estudiar derecho o política, o ambas cosas. Sin importar el camino que elija, sabe que sus conocimientos de programación le serán útiles en su futuro. “Al fin y al cabo, lo que quiero es usar la tecnología para promover la justicia social”.
Palash Taneja, 19, creció en Nueva Delhi, India. Hace cuatro años debió ser internado por un caso grave de dengue, un virus que se transmite por el mosquito.
“Creo que la experiencia de esos dos o tres meses de sufrimiento me inspiró para aprender a programar y usar ese conocimiento como herramienta para resolver problemas”, explica Taneja, que acaba de terminar su primera año en la Universidad de Texas, en Austin.
Palash desarrolló una herramienta para la web que usa el aprendizaje automático para proyectar la propagación de enfermedades transmitidas por el mosquito, como el dengue. Cuando llegó la hora de presentar su proyecto para el Swift Student Challenge de este año, creado en plena pandemia de COVID-19, Taneja decidió diseñar un playground de Swift que enseña programación con una simulación de la propagación de una pandemia en una población, y que demuestra la importancia de tomar precauciones como el uso del tapaboca y el distanciamiento social para desacelerar las tasas de contagio. La desarrolló pensando en los jóvenes al notar que muchos no se tomaban en serio las advertencias.
Otras de las pasiones de Taneja es la educación. En la India, cuando aún era un adolescente, fue maestro voluntario de inglés y matemática en una escuela para niños cuyos padres no podían pagar una matrícula. Antes de irse a estudiar a los EE.UU., desarrolló un programa que traduce videos populares de educación disponibles en línea a unos 40 idiomas para que los niños que no tienen acceso a educación presencial de calidad puedan aprender en Internet.
“Disfruto mucho trabajar con niños, y creo que la educación es uno de los factores que más puede afectar la vida de una persona, en especial en los países en desarrollo”, explica Taneja.
A Devin Green le encanta usar la tecnología para resolver problemas, y busca inspiración en lo que lo rodea. Cursa su último año de secundaria desde su casa por la COVID-19, y ha convertido su dormitorio en Castro Valley, California, en un laboratorio.
A este joven de 18 años que próximamente comenzará su primer año en Stanford, le costaba mucho levantarse por la mañana, y por eso diseñó un programa que usa un tapete de presión debajo de su cama. Si a la hora en que debe levantarse, el tapete aún registra el peso, suena una alarma que sólo se detiene al escanear un código QR con el teléfono.
“En mi casa hay 12 códigos QR distintos, y se distribuyen aleatoriamente cada mañana, de modo que nunca sé exactamente dónde tengo que ir para que se apague la alarma”, explica Green.
Este espíritu innovador es una constante en todas las creaciones de Green. Su playground que le valió el premio del Swift Student Challenge tiene un robot llamado Stanny que reconoce y responde 63 preguntas y comentarios distintos.
Green también tiene dos apps en el App Store, la primera de ellas desarrollada a los 13 años. La segunda, Slight Work, es una app para hacer tareas que usa la Técnica Pomodoro para maximizar el tiempo de trabajo con descansos estructurados. Él y sus compañeros la usaron durante el último año de secundario, y también la compartió con amigos en la universidad.
Pensando en su futuro, Green espera poder usar sus aptitudes para resolver problemas para lograr cambios con un impacto mucho mayor.
“Me gustaría contribuir en áreas como la justicia social y la política. Quisiera poder garantizar el acceso a los materiales que cada uno necesita para poder aprender acerca de las cuestiones sociales de actualidad, acceder al registro de votantes y ejercer los derechos básicos de todo ciudadano: resolver esos problemas muy importante para mí”, cuenta Green.
Apple se enorgullece de apoyar y contribuir con la próxima generación de desarrolladores a través del programa anual para estudiantes de la WWDC, que es una de las tantas formas en que la WWDC rinde homenaje a los programadores de todas las edades y orígenes. Por primera vez, esta edición contará con una serie de sesiones especialmente seleccionadas para programadores y diseñadores, y desafíos diarios de Swift Playgrounds para que todos puedan participar y disfrutar.
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Imágenes de los ganadores del Swift Student Challenge